Elecciones: Noemí Sanín a la presidencia.

El próximo domingo serán las elecciones para Presidente de la República. Noemí Sanín, es la candidata del Partido Conservador y tiene una de las mejores opciones para llegar al solio de Bolivar. El Ojo Azúl reproduce el ARTICULO PUBLICADO EN EL PERIODICO EL TIEMPO el día 23 de mayo, con el fin de que nuestros seguidores puedan tener una visión de primera mano de esta maravillosa mujer, cuya tenacidad la ha colocado en lo más alto de la política colombiana. Tuvimos oportunidad de escuchar su magistral discurso en La Universidad Pontificia Bolivariana y quedamos admirados de su elegante estilo, su talante, su oratoria. Noemí Sanín será con seguridad la próxima presidenta de los colombianos.


Sanín, la mujer política

Tres amores tiene Noemí Sanín en su vida: su hija, María Jimena, y sus dos nietos, Joaquín y Julia. Todos los días saca tiempo para hablar con ellos.

Foto: Héctor Fabio Zamora - EL TIEMPO

Tres amores tiene Noemí Sanín en su vida: su hija, María Jimena, y sus dos nietos, Joaquín y Julia. Todos los días saca tiempo para hablar con ellos.

Tres décadas de carrera han hecho de Noemí Sanín una luchadora. El próximo domingo, esta lectora incansable, melómana y apasionada caminante buscará la Presidencia por tercera vez.

"Prométame que usted va a ser Presidenta de Colombia". Estaban en la plaza Mayor de Popayán. El anciano lustrabotas la miraba con ternura y se había arrodillado ante ella. "No le puedo prometer eso, pero sí le puedo prometer que lo voy a intentar", le respondió, emocionada.

Era 1994. Noemí Sanín, la ejecutiva, la ministra, la embajadora, la canciller "más bella del mundo", según la revista española ¡Hola! de la época, comenzaba así el camino que la tiene hoy compitiendo por la jefatura de Estado.

Más de tres décadas de carrera le han dejado una lección que les repite siempre a sus colaboradores: "Hay que tener cuero y no piel".

Aplicar ese principio la ha dotado de condiciones que hasta sus contradictores le reconocen. Es tenaz, constante y dedicada.

"A Noemí se la quiere o se la rechaza, pero no se la puede ignorar", asegura el senador Efraín Cepeda, ex presidente del Partido Conservador.

Llegó de atrás para adelante. Venció a Andrés Felipe Arias, "el del Presidente", y espera dar la sorpresa dentro de ocho días. Noemí se crece ante la adversidad.

Estudió derecho en la Universidad Javeriana. Compartió pupitre con figuras como Ernesto Samper, Carlos Pizarro Leongómez y Julio César Turbay Quintero.

Se casó a los 19 años. Era madre y estudiante. Su hija, María Jimena Durán Sanín, fruto del matrimonio con Diego Durán Cabal, dormía en el día y se despertaba por la noche para pasar tiempo con su madre.

María Jimena y sus dos nietos, Julia y Joaquín, son los grandes amores en la vida de Noemí.

Su ascenso profesional fue vertiginoso. Antes de graduarse fundó una casa para pospenados y fue asistente de Joaquín Vallejo en el Ministerio de Gobierno. Así pagaba su matrícula y ayudaba a sostener a su familia. Llegó a la presidencia de Colmena en 1978. En esa época conoció a Mario Alberto Rubio, su segundo esposo.

Entró a la política de la mano de Belisario Betancur, quien la nombró ministra de Comunicaciones en 1982 por su capacidad gerencial. Del 88 al 90 presidió la Corporación Financiera Colombiana, que convirtió en una organización eficiente.

Noemí regresó al sector público cuando César Gaviria la nombró embajadora en Venezuela, en 1991. Le tomó menos de un año bajarle la temperatura a la relación binacional. En 1992, fue nombrada Canciller.

En el 94 el presidente Ernesto Samper le ofreció la Embajada en Reino Unido, cargo al que renunció luego que estallara el escándalo del proceso 8.000.

Y fue candidata presidencial por primera vez en 1998. Quedó en tercer lugar. Lo volvió a intentar en 2002, pero quedó de cuarta.

Una líder

Cuando Noemí Sanín saluda, estrecha firme la mano. No pierde la seriedad, pero sus maneras delatan a la madre y a la hermana mayor. Busca asumir el liderazgo, poner el ejemplo.

Hija del intelectual antioqueño Jaime Sanín Echeverri y de la maestra Noemi Posada, es la tercera de 15 hermanos. "Era cómplice, casi compinche", confiesa su hermano Hernán.

Creció en una familia de clase media donde no faltó ni sobró nada. Los hermanos mayores, Maristella y Ramiro, marcaban la pauta. Noemí comandaba a los demás. La tropa.

Noemí Sanín, la política, la candidata, habla a diario con su hija y con sus nietos. Es muy religiosa. Adora caminar y se confiesa melómana. La música clásica, coral y barroca, pasando por el vallenato, el bolero y la música colombiana, marcan el ritmo de una mujer perteneciente a la era de The Beatles. Admite que no es buena cocinera, aunque prepara un estupendo sancocho y unos sabrosos fríjoles.

Noemí Sanín, la madre, la abuela, trabaja de 5 de la mañana a 1 de la madrugada. Es incansable. Es perseverante, disciplinada y capaz. Es estricta. Se exige mucho y les exige mucho a quienes están en su entorno. Y cuando estalla, habla fuerte.

Personas cercanas a ella reconocen que "cuando la hieren, guarda eso en el corazón y eso a veces le hace daño". Pero Noemí afirma, categórica: "No soy de rencores; creo no tener un solo odio. Obviamente, tengo carácter y tengo criterio".

Aunque regresó al servicio diplomático en 2002 (fue embajadora en España y en el Reino Unido), su nombre nunca desapareció del panorama político. Fue la primera en hablar de reelección en 2004. Y también de las primeras en oponerse en 2008 al referendo reeleccionista, por considerarlo inconveniente.

Está jugada por su campaña, por ser Presidenta. Ha recorrido todo el país. No mira encuestas. "Ella contesta los retos con trabajo", asegura Juan Gabriel Uribe, su jefe de debate.

Su ritmo sigue siendo el de siempre. Se levanta a las 3:30 a.m., practica chi kung (una técnica de relajación que regula la respiración), desayuna, lee periódicos, escucha radio y comienza una agenda interminable.

"Trabaja mucho y duerme poco. Está todo el día pensando, desarrollando ideas, buscando soluciones", dice Borja Aguirre, asesor estratégico de la campaña. Borja es hijo de Javier, compañero de Noemí desde 2002.

Aunque lo ha buscado, nunca volvió a ver al lustrabotas. Dieciséis años después y con la piel hecha cuero, Noemí se prepara para un nuevo encuentro con las urnas. Es el definitivo. Sabe que es ahora o nunca.

LUIS GUILLERMO FORERO C.
Redacción Política EL TIEMPO

1 comentario:

  1. Los invito a leer este artículo que muestra las facetas de Noemí Sanín Posada candidata del Partido Conservador a la Presidencia de la República.

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